miércoles, 22 de octubre de 2014

Confluencias nocturnas


Llega a mi mesa de trabajo el libro de María Andrea Mónaco, Confluencias nocturnas, —un libro de poemas para dejarse llevar por la magia de su autora—, y enseguida surge el recuerdo de cuando Carmela y su amiga Cande formaron parte de aquel grupo poético de la mano de Diego. Ellas no llegaron a publicar ningún libro, al menos en el tiempo que permanecieron entre las tapas de Cuando los bosques mueren, porque, dicho sea de paso, la vida de los personajes es eterna y nunca se sabe dónde se pueden volver a encontrar. A lo que iba: María Andrea es una buena amiga que desde su amada Mar del Plata se gana la vida como arquitecta y escribe ¡madre mía cómo escribe!
El libro, su libro, tuvo sus más y sus menos con la editorial y terminó apilado en un rincón tratando de abrirse hueco de alguna u otra manera y como esto de la interné da para todos, puede distribuirlo para bien de los lectores de poesía o de los que intentan aficionarse a los versos.
Viene esto a cuento porque en mi mente rula la idea de que los autores de bajo costo, tenemos que buscarnos la vida por otros cauces muy lejano a los habituales de la pompa y autobombo. Los blogs, los foros, los portales literarios, las redes sociales en general están ahí llamándonos para que podamos llevar a cabo ese intercambio que nos haga posible publicar y darnos a conocer por el puro deleite de ser amantes de la Literatura.
En otros tiempos podíamos contar con los amigos y familiares próximos como valedores para nuestro trabajo, pero hoy día tenemos además esa herramienta tan potente como es interné para ampliar nuestras posibilidades, hasta donde merezca la pena.
Gracias María Andrea por este regalo para los sentidos.

1 comentario:

  1. Gracias, José, es claro que el camino no es lineal ni puede transitarse a solas. Somos afortunados al contar con esta posibilidad de intercambio a la distancia y no sabes que bella se ve esa imagen de Confluencias Nocturnas junto a tu libro...!! Confluencias... es poesía rescatada del tiempo, poemas que llevaban años sin ver la luz. Son inicio de un camino, sobre el cual veré andar mis pasos en cada una de las publicaciones sucesivas. Celebro tu reflexión y que me hayas brindado un espacio en tu escritorio. Sinceramente gracias, gracias por tu amistad, un gran abrazo!

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