El mes de agosto terminó en Orense con el desalojo de de
varias casas debido a un incendio forestal, de los que parecía se iba a escapar
este año Galicia. Veinte brigadas, nueve agentes forestales y un técnico, con
trece camiones motobomba, dos palas mecánicas y la ayuda aérea de seis
helicópteros y de nueve aviones, además de la Unidad Militar de Emergencias
del Ejército. Aunque parezca que estamos entre las páginas del libro Cuando los
bosques mueren, no es así, la información está sacada del periódico Diario de
Sevilla, en su página 28.
Y en Sevilla, en El Ronquillo, por las mismas fechas se
produjo de manera repetitiva un incendio, del que se investigan sus causas,
aunque a nadie se le escapa sobre la intencionalidad del mismo. Y no es el
primero, y mucho me temo que no será el último, mientras se siga sin darle
importancia a estas locuras veraniegas, a que se nos haga costumbre, que es
siempre el peligro de estos sucesos y otro de índole similar.
Mientras si y mientras no, el Parlamento andaluz tiene la
intención de proponer a la Junta
de Andalucía que se modifique la categoría de los trabajadores del dispositivo
para la prevención y extinción de incendios forestales, o sea, que se les
considere bomberos forestales. Y es de suponer que su tarea como tales abarcará
a los 365 días del año, que es la única manera de olvidarse de la canción del
verano, sin dejar de tener en cuenta —añado— que desde temprana edad se debe
potenciar la cultura del bosque como elemento adjunto al cotidiano desarrollo
del hombre como tal.
Por eso aplaudo la aparición en las pantallas de la película
documental La vida en llamas y la iniciativa de la cadena Discovery Max para
dejarnos ver como es el trabajo diario de esas personas que han de enfrentarse
a los riesgos que supone controlar un incendio. Que sus mil horas de grabación
—gracias David Beriain— sirvan para que consigamos acabar con las ganas de
prender la mecha por el mero placer de hacer daño.
Lo que no se entenderá nunca es la dejadez de mantener limpio todo el año.
ResponderEliminarAplaudo junto a ti.
Abrazos